PROTESTA DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS MUNICIPALES EN LA CALDERA LA POLICÍA AMEDRENTA AL PUEBLO PARA QUE LOS VECINOS NO APOYEN LA MARCHA

Los problemas con la Intendencia en el pueblo salteño de LA CALDERA son muchos, los más urgentes van desde el deterioro de la infraestructura caminera y de seguridad, interna en el pueblo, hasta los de índole laboral con decisiones que conculcan los derechos establecidos en defensa del trabajo municipal.

Asambleas, reuniones, amenazas como nunca se han visto en LA CALDERA, el pueblo hierve y se debate entre hacer público lo que sucede o esperar las represalias que pudieran surgir desde el intendente Diego Sumbay, un médico salteño formado en CUBA, la patria socialista que pareció olvidar en el ejercicio de la función pública.

Presiona para que los trabajadores no tengan paritarias, para que las condiciones laborales no sean las óptimas y para que los vecinos acaten disposiciones sin ningún tipo de crítica hacia una gestión, cuando menos caótica.

La política ha quedado de lado, como el humanitarismo que supone la formación profesional del galeno; el pueblo está subsumido a caprichos y también a una dosis de ignorancia sobre la gestión pública.

Hoy marcharon en un soledad que huele a temor extremo, lejos de toda consciencia del gobierno provincial que hace la vista gorda y deja que lo malo, si les conviene, suceda.

EL COLMO DEL CINISMO

Con la llegada de las lluvias torrenciales que siempre afectan al municipio, el descuido, la falta de inversión, de planificación y seguridad, se expuso más visiblemente. La creciente de los ríos en la zona, ha dejado en situaciones extremas al pueblo desprotegido. Sin embargo, SUMBAY, un hábil declarante político, al pasaje de un vecino en peligro, le pone fondo musical y no duda en hacer un video descargando de culpas a la pésima gestión que lo distingue como uno de los peores intendentes de LA CALDERA.

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