GOBIERNO DE SALTA CULPA A OPOSITORES PARTIDARIOS POR LOS CONFLICTOS SOCIALES Le urge al ministerio político administrado por Ricardo Villada, encontrar otro foco al cual dirigir la atención y las tensiones por Autoconvocados.

Luego que una jueza pretensa de Garantías asumiera las funciones ejecutivas del gabinete y diera rienda suelta a su enano fachista y represor interno, Ricardo Villada necesita con urgencia, hallar el mod de trasladar el foco atencional del conflicto y la crisis grave de institucionalidad por la que transita la Provincia, para poner a resguardo los intereses particulares y económicos de quienes son parte del Ejecutivo local.

Hace poco más de dos semanas, que Villada cantaba loas y alabanzas al sistema democrático cuando las urnas electrónicas le habían dado el alivio por sus resultados en la reelección de Gustavo Sáenz gobernador. Unas cuantas horas después comenzaba a escalar el malestar social en el conflicto con trabajadores y trabajadoras de la administración pública provincial, cuya representación gremial no está contenida por los sindicatos que el Estado salteño, acostumbra a convocar en la mesa paritaria. Punto principal para la ruptura de los pactos y acuerdos que la Provincia socava al momento de ningunear a la docencia que se identifica con el estado asambleario identificado como AUTOCONVOCADOS.

Villada gusta de utilizar las redes sociales, como Twitter, o Facebook -como todo un boomer- para compartir novedades respecto a su vida parental, su hacer como funcionario y sus opiniones respecto de los temas del momento. Por tanto, SNI, se ocupará de compartir esta crónica de publicaciones realizadas por Villada quien deja en su huella digital, una inequívoca constatación conductual respecto de los problemas acaecidos en Salta.

EUFORIA: “SOMOS LO QUE HACEMOS”

El 15 de mayo, la proclama de triunfo electoral, hacía de Villada una Heidi en medio del campo florido, saltando a risa porque el destino le había sonreído con su sueño más preciado, la continuidad en el cargo. Las mieles de la función le resultan su modo de vida, no conociendo cosas tales como: jefes, patrones, horarios laborales, liquidación salarial según convenio colectivo, paritarias, ni madrugones. Su vida palaciega, discurre en los hábitos de una élite a la que defiende como todo un señor feudal, a sus posesiones más preciadas.

COACH ONTOLÓGICO DE LA GESTIÓN GUBERNAMENTAL

Villada reconoce ante la prensa hegemónica y oficialista que la continuación del segundo período para el Gobierno requiere de respuestas inmediatas a los planteos que el colectivo electoral alza en distintos medios y de distintas formas. Aquí, como si fuera el gurú sanezista de la victoria momentánea, pregona: “la gente no puede esperar, quiere resultados”. Lógico, eso quitando de lo que entiende por gente, al sector manifestante identificado como AUTOCONVOCADOS.

Cuatro días pasaron de sus más recientes declaraciones en el contexto de un triunfo amañado, justo y muy poco claro respecto de la legítima obtención de resultados electorales. Casi el 30% de los votantes se abstuvieron o no concurrieron a votar y de allí, como por arte de MAGIC, un margen del 47,5% elegiría a Sáenz, en tanto comienza la ebullición del conflicto docente, al que se suma, el segundo Ministerio más numeroso, SALUD PÚBLICA. Villada, con la escarapela recién planchada y el papelito del discurso patriótico, guardado en el bolsillo de esos horrendo blazers que viste para gritar con la etiqueta de la élite salteña, circunscribe su aparición oficial a la puerta de los cuarteles militares, oliendo a rancia melaconlía golpista, mientras permanece escondido el reelecto Sáenz.

LA CULPA ES DE LOS OTROS

Han pasado semana de la represión feroz desatada contra maestras, enfermeras, delegados asamblearios, militantes sociales en el ex peaje de AUNOR. Villada, dejó que Ada Zunino, nombrada en las calles de SALTA COMO EL H ADA DE LOS PALOS, hiciera lo impropio. Detenciones arbitrarias, golpes en detenidos, un proceso nulo de nulidad absoluta que emula a la dictadura que tanto evocan, daña profundamente las instituciones de la democracia en Salta y de pronto, las manifestaciones populares -con mayor legitimidad que el re electo gabinete- no puede ser por mera participación ciudadana. Villada comienza a sentir un grado evidente de paranoia y no tarde en emitir un mensaje con los ministros de Economía y de Educación, en donde apunta el dedo índice y acusa a padres que le dan “me gusta, me gusta, me gusta” a las publicaciones de docentes golpeadas, encarceladas, llorando, detenidas por un pelotón policial en una Iglesia de cementerio y otras miles de escenas que son razón suficiente para que el Pueblo, acostumbrado a las procesiones, levante ese centenar de Cristos de la derrota y marche, continuamente, casi todos los días por las calles céntricas de la ciudad, ahora paralizada en todos los sentidos, también lo hacen en las callejas polvorientas de pueblos que no conocen el asfalto, pues allá las cosas son mantenidas para la postal bucólica que tanto gusta a la élite a la que pertenece Villada. El Ministro empieza a ver sombras enemigas y luego de ganar en las urnas electrónicas, dirige un discurso en el que otorga a tres posiciones políticas opuestas entre sí, el reconocimiento de una capacidad de fuego y convocatoria que hace preguntar al vecino promedio ¿por qué no gobiernan estos dirigentes? El síntoma de desesperación gana a Ricardo Villada de tal modo que dirige su fuerte resentimiento a su propia impotencia, para indicar como hostigadores, manipuladores y organizadores del conflicto social, económico e institucional a un senador de la Nación, un empresario sojero y un docente del PO.

DELIRIO MÍSTICO SUPERLATIVO

El ministro Villada publicó la unificación de fuerzas de la extrema derecha con la extrema izquierda y en ese escenario imaginado por él, los que no se unieron para gobernar la provincia, lo habrían hecho para estar en su contra. Algo en su lógica no es correcto, esto queda en evidencia cuando en sus tuits, Villada dice ser “SALTA” se arroga la identidad de toda una población y pone en boca del electorado un reclamo que no es tal. Arremete en su exposición pública y denuncia para la empresa Twitter una “opereta tremenda”. El ministro hace un diagnóstico, acusa sin pruebas y emite un juicio sobre otras figuras públicas, pero esta vez, el emisor es “SALTA” despersonalizado, Villada pone en evidencia que se siente superado por la función que desempeña en el Ministerio a cargo de los Derechos Humanos, vulnerados y conculcados en el accionar represivo que se viviera en la Provincia contra el Pueblo. Olvida, además que hasta los almacenes del barrio están paralizados por la huelga de la administración pública. El temor y la incertidumbre generan el mayor malestar del que jamás se sintiera en estas latitudes, mientras, la élite tiene síndrome de abstinencia porque los desobedientes le revirtieron el poder de mando. Villada está a punto de reconocer que no existe en el Gabinete, ni una sola persona con la capacidad de solucionar o gestionar el actual conflicto.

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